Faltan pocos días para las elecciones en Galicia y en Euskadi... y nada parece que vaya a cambiar por estas bonitas zonas de España. Sigue haciendo frío, la peña sigue poniendo bombas, la gente sigue con acentos raros y hasta dicen que hay que sigue yendo a misa. Políticamente, el PSOE se mantiene como segunda fuerza política y tiene posibilidades de gobernar en ambas comunidades, aunque en realidad, lo tiene crudo. En Galicia el PP parece fortalecerse y puede que vuelva a gobernar, mientras que en Euskadi, al PNV no parece que nada le haga daño. El amigo Patxi, que se vio en algún momento como lenhendakari, vuelve a quedarse en la oposición... a la espera, ya puestos, de su inevitable y deseoso paso a la política nacional. Touriño, sin embargo, sí parece ser que podría quedarse en su sillón (que para eso se lo compró bien caro según las malas lenguas) si la participación se lo permite.
Han sido, éstas, dos campañas más bien un tanto insulsas. La poca salsa la ha puesto el Partido Popular y todo gracias al ya ex ministro de Justicia, Bermejo. Lo que hubieran disfrutado los chicos de El Guiñol con esta situación. Uno de sus últimos muñecos fue, precisamente, el ministro Bermejo, al que le habían adjudicado una personalidad extremadamente “guasona”. Me puedo imaginar perfectamente al guiñol de Rajoy detrás del de Bermejo, llevando éste último una escopeta (y seguramente Blanquita habría estado también por allí), mientras bromea sobre la cacería de Jaén sin licencia. Pero los guiñoles ya no están y nos tenemos que conformar con el diario de humor El Mundo. Y es que, encima, los muy tristes responsables de este periódico, se han puesto una medalla porque gracias a ellos, ha dimitido un ministro. Oigan, no, tristes, que sois unos tristes. El Ministro ha dimitido porque es lo que tiene que hacer un señor de semejante altura cuando su posición se ve comprometida. Además, ha sido una maniobra electoral muy bien avenida por parte de los socialistas. A una semana de las elecciones, zas, el PP se queda sin su baza electoral. Aunque claro, aún les queda el juez estrella de España, Garzón, para dirigir sus ataques y desviar la atención de lo verdaderamente importante, los temas de campaña. Aunque me parece a mí que mucho tendrían que hacer los populares para hundir a Garzón (si es que lo quisieran realmente), porque a este hombre no le puede nadie. Y es que contra un señor que va por el mundo impartiendo justicia, sacando los trapos sucios de medio planeta y dirigiendo causas contra dictadores y contra estados... el PP tiene poco que hacer. Pero bueno, que sigan lanzando dardos contra él, que todos les van a ser devueltos en forma de condenas de cárcel.
Y volviendo a las elecciones y a modo de conclusión, todo apunta, de momento, a que la situación en ambas comunidades se va a mantener como hasta ahora: Ibarretxe de lehendakari, y Touriño con el BNG y Cia en Galicia. Tan sólo hay un alto nivel de incertidumbre en Euskadi, y es por el voto abertzale, que tiene la posibilidad de inclinar el resultado. Esto será si este voto acaba en el PNV, en EA o en Aralar, o si se convierte en voto nulo o, como todo parece indicar, se convertirá en abstención. Y si queremos sacarle una incertidumbre a Galicia, pues podría ser la del voto de la quinta provincia, la que reside fuera de España... Y la tradición apunta que este voto suele dirigirse a quien gobierna en Madrid; así que, ahí podría estar la llave de la presidencia de Touriño...
Por cierto, yo también envidio a Bermejo. No sólo lo hace Solbes. Ay… quien fuera ex ministro en España…