viernes, 31 de octubre de 2008

CHANGE O NO CHANGE


FALTAN CUATRO DÍAS. Dentro de muy poco la población estadounidense decidirá mucho… o poco. Desde Europa, nada podemos hacer, salvo asistir al espectáculo multimedia que nos ofrecen los medios de comunicación. Nuestro candidato es Obama… y el de nadie… es McCain. Ni en su partido lo apoyan. Las malas lenguas hablan de que ya están pensando en la candidatura de la señora Palin para el 2012… Con toda seguridad saldrá elegido presidente el primer afroamericano que ha llegado a la candidatura, o eso es lo que esperamos por el bien del mundo (y que cada uno entienda lo que quiera por Mundo).

Sin embargo, aún no está ganada esta batalla contra el Partido Republicano. Hay algo que podría enturbiar estos últimos días de campaña. Y eso ha sido la espectacular foto de Michelle Obama que ocupó la portada del diario El País en el día de ayer, 30 de Octubre. A falta de escasos días para las elecciones en Estados Unidos, Michelle Obama ha surgido como protagonista a través de una fotografía que podría aportar problemas a Obama y dar oxígeno a la candidatura de McCain.

La mujer del candidato demócrata apareció en la fotografía con gesto agresivo y con un puño levantado rodeada por simpatizantes. Ocurrió en un acto de campaña en Colorado, el mismo día que Obama se dirigía por televisión en un programa especial de media hora de duración a la población estadounidense.


Debemos entender que resulta especialmente simbólica la instantánea cuando a su marido, desde el bando republicano, se le ataca continuamente aludiendo a sus influencias izquierdistas. En un país donde la radicalidad de izquierda está vetada o mal vista, el aparecer levantando el puño como lo hace Michelle, puede ser fatal. Además, el gesto de su cara, de rabia, sirve para aumentar el dramatismo del momento. Las interpretaciones pueden ser ilimitadas: ¿habría quien esperase del primer afroamericano candidato a la presidencia de Estados Unidos y con inclinaciones de izquierdas, una revancha, un periodo de crispación? Se ha pasado del rechazo racial inicial que suponía Obama, a temer el regreso del comunismo. Como tantos hombres que han luchado por una norteamérica más social, el clan Kennedy (Bobby siempre será el más grande de todos ellos) es el ejemplo con mayúsculas, se ha visto acusado de simpatizar con las ideas socialistas.

Si así fuera, y nos limitáramos a la fotografía que apareció en portada del citado periódico, podríamos creer que Michelle es una persona agresiva, exaltada y reivindicativa. Algo que no concuerda con la imagen mostrada de ella durante toda la campaña. ¿Es ésta la futura Primera Dama, una mujer rabiosa, o es la que ya estamos acostumbrados a ver junto a su marido, inteligente y sosegada? Sin duda, aunque no sea una imagen que debiera ser analizada por su posible espontaneidad, es inevitable que sirva para aumentar el mito de la conexión entre Barack Obama y las ideas radicales. Es el entorno del Senador de Illinois el que se cuestiona, y esto, en América, puede resultar caro. Los votantes indecisos, podrían decantarse por McCain ante el miedo a ese cambio que grita Obama y su esposa, y que podría ser influido por esta fotografía.

Para la clase media trabajadora a la que estuvo destinado el programa que se transmitió por todo lo alto, por cuatro canales de televisión simultáneamente en horario de máxima audiencia, la simple imagen de la esposa del candidato en esta situación puede tener más peso que todo el mensaje de media hora de televisión. Es cierto que existe la sensación de que ha de haber un cambio, pero hay ciertas cosas que la población americana no estará dispuesta a aceptar, y es un desvío de su modelo capitalista de vida hacia uno más socialista.

¿Es por todo esto, esta fotografía, una posible candidata a pasar a la historia? ¿Podría colarse esta instantánea como la de un punto de giro en la historia de los Estados Unidos, como todas aquellas que aparecieron en la revista Life con la muerte de John Kennedy?

Sólo el tiempo dirá si este momento marca un antes y un después en la tradición capitalista del planeta. Sin embargo, a pocos días de las elecciones que todo el mundo confía que gane Obama, aún puede haber campaña. Si los republicanos logran introducir mejor en la sociedad el miedo al Change de los demócratas, un miedo a perder su forma y estilo de vida, McCain puede salir muy beneficiado en los estados aún en pugna. Aún hay campaña y esperemos que siga como hasta ahora calculan los sondeos: con una victoria aplastante del político que puede cambiar el mundo, Barack Obama.

"Escrito modificado del original, publicado en El Imparcial en el día 1 de Noviembre en colaboración con José Luís Sanchís."


jueves, 30 de octubre de 2008

Cúchame, Joseluí


Que sí, Joseluí, que sí, que somos un país supersolidario. Y modernos, uy, es que a modernos no nos gana ni Cristo. Y de izquierdas, ¿eh? Anda que los españoles no somos ná de tolerantes, ya ves tú. Lo mismo que los putos franchutes o los italianos, no son fachas ni ná esos.
No, si ahora encima van a venir la mierda los yanquis a enseñarnos lo que es la democracia, si esos no tienen ni puta idea de ná. Si aquí hay un huevo de partidos y allí no hay ná más que dos. La Virgen, será por partidos. Vamos, que si digo yo de presentame no me iba a votá gente ni ná, ¿eh, Joséluí? Con las ideas que tengo yo por las noches, que se las cuento a mi Luisa. Cúchame, Joseluí, que yo no soy machista ni ná de eso, que yo te he votao, ¿eh? Pero es que ya no puedo darle una vó ni ná, está más delicá que la hostia. Me tiene hasta la mismísima polla.

Joé, chiquillo, si es que estamos a la cabeza de la modernidá. Somos una sociedá honesta que pasa de tópicos y chominás de esas, que siempre está abierta a nuevas corrientes de pensamiento, con capacidad autocrítica, con un sentido del humor como la copa de un pino. Joder, Joseluí, si es que somos la hostia, qué le vamos a hacer. Cómo no vamos a estar orgullosos de haber nacío en esta orilla del Mediterráneo, si es que no nos falta de ná, por el amor de Dios..

Si es que el que se queja, se queja por vicio. Anda que si no tuvieran tó lo que tienen iban a quejarse mucho. Mucho facha é lo que hay suelto, Joseluí, con tanta queja y tanta polla. Claro, como han tenío de tó, es mú facil quejarse. Mira si somos modernos y tolerantes que gracias a ti ya se pueden casar hasta los maricones. Si no van de la mano por la calle es porque son mú de enrollarse con el primero que pillan. A ver: yo lo de casarse lo veo de puta madre, porque tó el mundo tiene derecho a equivocarse, pero lo de tener hijos.. no sé yo. Pero vaya, que si lo aprobáis los del soe, pos de puta madre.

Y otra cosa que te voy a decí ¿Tú ves mucha gente por la calle pidiendo? ¿A que no? Si es que en España ya casi no hay pobres. Bueno, los gitanos, porque quieren sé así. A ellos no les gusta vivir bien, ya sabes, son mú de chabolas, mú suyos. Porque oportunidades, coño.. Que estudien ni pollas, como hace tó el mundo, que se vayan a la pública, que ahí puede estudiá tó el mundo que quiera, ¿me entiendes lo que te digo, Joseluí?

Mucha crisis y mucha polla, pero tó el mundo quiere vení a pillá algo y de paso a joernos si pué sé. Un día que si los rumanos, otro que si los sudacas, y otro que si los moros. Que sí, que no te voy a decí que no, que algunos curran, pero coño.. Si es que son la polla. Hay una tormenta y se cruzan tós corriendo como perros. Hostias, si se cae la valla, ponte ahí más peña, que no pase ni Dios, digo yo. O ponla más mejó, si no, ¿pa qué pollas pones ná, chiquillo?

Anda que.. Encima se quejan de que no somos abiertos y que lo ponemos má difícil que ná. Cuando estaba el del bigote se quejaban de que éramos tós unos fachas, y ahora que pones unas leyes de izquierdas pa los que vienen de fuera, se siguen quejando. Coño, si tan mal están aquí, ¿pá qué pollas vienen? Pos pa eso que no vengan ¿É o no é, Joseluí? ¡Coño, que somos abiertos, no gilipollas! Ahora van a venir a quitarnos el trabajo a tós. Pos anda que no hay gente que quiere currá en el campo o en la obra. Lo que no pué sé es que vengan tós sólo porque tengan hambre.

Deja que te diga otra cosa: mira tú qué España, qué país más plurá, copón. Nene, un puñao de lenguas, de naciones, de culturas.. Unos hablan gallego, otros parlan catalán, otros uskera de ese o como se llame. Coño, si aquí cada uno habla lo que le sale la punta la polla. Tú dime otro sitio donde hablen tantos idiomas y que a tó el mundo le parezca de puta madre. Bueno, vale.. Entre tú y yo, mira que me tocan los cojones lo catalanes, ¿eh? No me digas tú con la polla ‘Catalunlla’.
Pós no va mi Mari, la pequeña, que se ha tirao una semanilla allí, que hay muchos catalanes que hablan españó ¿Tú te crees, Joseluí? Mi chiquilla es que no se entera de ná. Claro, como está tó el día con el Duque los cojones, pues no se entera de lo que pasa en verdá. Que no, Joseluí, que no pilla una mierda, cosicas del pavo, yo qué sé. Porque no será que en el instituto no la enseñan bien las cosas de estudiá. Pero es que ni ella ni sus amigas ni nadie.. Si es que la juventú está hecha una mierda, é una vergüenza, no hacen ná má que emborracharse y follarse tó lo que pillan por delante. Bueno, mi chiquilla no, digo en generá. Quién tuviera treinta años menos, la Virgen.

Buah, ¿y de la cultura qué me dices Joseluí? Niño, somos la polla. El Bardem y la otra triunfando en Jólibud, que si no fuera por ellos iba a ver esas pelis su puta madre a caballo. Cuchá qué cosa más cutre de pelis que me hacen los americanos. Si es que no saben de ná. Tú mira las de los españoles: pelis sociales donde sale gente que le pasan cosas chungas, de esas de verdad. Anda que no están chulas ni ná las pelis españolas, aunque a veces no las entiendas, lo que pasa es que no las anuncian bien. Porque apoyo de subvenciones tienen un huevo, que lo he leío yo por ahí.

Y encima tenémo los mejores deportistas del mundo: el Alonso, el Gasó, el Nadá, la selección.. Si es que en España somos mú de los deportes, tó el personal siempre dale que te pego. Que si los coches, que si las motos, que si el tenis, que si el baloncesto.. A los españoles nos gusta de tó, menos los toros. Es que como dicen que eso ya no es moderno ¿A que no? Eso de que maten un animá allí delante de toa la peña gritando y eso.. Yo qué sé, a mi me da cosilla. Hostias, si es que eso é un puto circo ni pollas. Cúchame Joseluí, vamos este fin de semana a vé al Barça, ¿no?

lunes, 27 de octubre de 2008

El Punto G

España no encuentra su punto G. Hace años que nuestro país recibe guiños desde el exterior para ingresar en el grupo de la élite política, el G-8, pero hasta hora, esos ojitos almibarados de la Comunidad Internacional no han hecho más que engañarnos.
El brete económico ha llevado al presidente Rodríguez Zapatero a poner todas sus armas de seducción sobre la mesa, con tal de no dejar fuera de la Cumbre económica del próximo 15 de noviembre en Washington las vergüenzas españolas.

Lejos de la impotencia del Ejecutivo por hacerse un hueco en la reunión, cualquier esfuerzo es válido, si al final vuelven a despertar determinadas zonas erógenas que andaban ya muertas. Desde aquella escena al más puro estilo tejano, de Aznar anclando sus espuelas con Bush en una mesita de la Casa Blanca, las relaciones con la administración norteamericana continúan sin salir del congelador. De ahí, que el Gobierno haya tirado de agenda para encandilar a los futuros arrendatarios de la Casa Blanca Barack Obama y John Mccain.

Sin embargo, fue el ex-presidente popular el único que tuvo un affaire con el G-8, cuando en 2002 acudió a una reunión en Canadá como presidente de turno de la UE. Ahora, el turno es del galo Nicolás Sarkozy, que sufre de alzheimer y no entona al ritmo de la Bruni el famoso liberté, égalité, fraternité. Un eslogan, que si bien podría servir de reclamo para la campaña del demócrata Obama, no habita en el órgano femenino de la actual presidencia francesa y europea.

Aunque hay que recordar, que el líder del Gobierno español, no es precisamente quien se queja de los gestos de Sarkozy. La alemana Angela Merkel comunicó su malestar la semana pasada ante los efusivos arrumacos de este último. La frigidez de la canciller contrasta con el ardor que transmite el presidente francés, y a su vez, con el apoyo del británico Gordon a la presencia española en la Cumbre, tras despojarse de su propio marrón, los tories.

Mientras, numerosas voces atribuyen el vigente “gatillazo internacional” a la no erección de Zapatero al paso de la bandera de EE.UU. en el desfile del 12 de octubre de 2003. Por eso, los diplomáticos del Gobierno hacen de celestinas para cautivar a los países que tienen ya un asiento en la “bacanal económica” del día 15, donde se pretende refundar un nuevo concepto de capitalismo. Difícil tarea, cuando los países hasta el momento sólo han pensado en una palabra: la codicia.
La generación de los nuevos mercados pasará quizá por un almuerzo o una “cena de liderazgo”, si finalmente los comensales son los del G-20 y no los del G-8. Esperemos que España no tenga que rebajarse y tirar de afrodisíacos para estimular la libido de Estados Unidos, Alemania o Italia, y formar parte al final de naciones del orden de Argentina, y su nuevo “corralito”, México, Indonesia o Turquía, ya que no lo merecería.

Mejor “café para todos”, expresión que se ahogó en las tazas de los denominados padres de la Constitución Española de 1978. Es cierto, se trata de un problema diferente y una coyuntura distinta, pero el aroma que se introduce entre los orificios de la democracia y los mercados es el mismo: la regulación. Y sino, que se lo pregunten a Leire Pajín, Secretaria de Organización del PSOE, que en declaraciones al Magazine de El Mundo decía “Para mí el café es una militancia”.
Porque al fin y al cabo, la clave para encontrar el punto G es igual que la Bolsa: cuestión de confianza. La erótica del poder parece más viva que nunca.