FALTAN CUATRO DÍAS. Dentro de muy poco la población estadounidense decidirá mucho… o poco. Desde Europa, nada podemos hacer, salvo asistir al espectáculo multimedia que nos ofrecen los medios de comunicación. Nuestro candidato es Obama… y el de nadie… es McCain. Ni en su partido lo apoyan. Las malas lenguas hablan de que ya están pensando en la candidatura de la señora Palin para el 2012… Con toda seguridad saldrá elegido presidente el primer afroamericano que ha llegado a la candidatura, o eso es lo que esperamos por el bien del mundo (y que cada uno entienda lo que quiera por Mundo).
Sin embargo, aún no está ganada esta batalla contra el Partido Republicano. Hay algo que podría enturbiar estos últimos días de campaña. Y eso ha sido la espectacular foto de Michelle Obama que ocupó la portada del diario El País en el día de ayer, 30 de Octubre. A falta de escasos días para las elecciones en Estados Unidos, Michelle Obama ha surgido como protagonista a través de una fotografía que podría aportar problemas a Obama y dar oxígeno a la candidatura de McCain.
La mujer del candidato demócrata apareció en la fotografía con gesto agresivo y con un puño levantado rodeada por simpatizantes. Ocurrió en un acto de campaña en Colorado, el mismo día que Obama se dirigía por televisión en un programa especial de media hora de duración a la población estadounidense.
Debemos entender que resulta especialmente simbólica la instantánea cuando a su marido, desde el bando republicano, se le ataca continuamente aludiendo a sus influencias izquierdistas. En un país donde la radicalidad de izquierda está vetada o mal vista, el aparecer levantando el puño como lo hace Michelle, puede ser fatal. Además, el gesto de su cara, de rabia, sirve para aumentar el dramatismo del momento. Las interpretaciones pueden ser ilimitadas: ¿habría quien esperase del primer afroamericano candidato a la presidencia de Estados Unidos y con inclinaciones de izquierdas, una revancha, un periodo de crispación? Se ha pasado del rechazo racial inicial que suponía Obama, a temer el regreso del comunismo. Como tantos hombres que han luchado por una norteamérica más social, el clan Kennedy (Bobby siempre será el más grande de todos ellos) es el ejemplo con mayúsculas, se ha visto acusado de simpatizar con las ideas socialistas.
Si así fuera, y nos limitáramos a la fotografía que apareció en portada del citado periódico, podríamos creer que Michelle es una persona agresiva, exaltada y reivindicativa. Algo que no concuerda con la imagen mostrada de ella durante toda la campaña. ¿Es ésta la futura Primera Dama, una mujer rabiosa, o es la que ya estamos acostumbrados a ver junto a su marido, inteligente y sosegada? Sin duda, aunque no sea una imagen que debiera ser analizada por su posible espontaneidad, es inevitable que sirva para aumentar el mito de la conexión entre Barack Obama y las ideas radicales. Es el entorno del Senador de Illinois el que se cuestiona, y esto, en América, puede resultar caro. Los votantes indecisos, podrían decantarse por McCain ante el miedo a ese cambio que grita Obama y su esposa, y que podría ser influido por esta fotografía.
Para la clase media trabajadora a la que estuvo destinado el programa que se transmitió por todo lo alto, por cuatro canales de televisión simultáneamente en horario de máxima audiencia, la simple imagen de la esposa del candidato en esta situación puede tener más peso que todo el mensaje de media hora de televisión. Es cierto que existe la sensación de que ha de haber un cambio, pero hay ciertas cosas que la población americana no estará dispuesta a aceptar, y es un desvío de su modelo capitalista de vida hacia uno más socialista.
¿Es por todo esto, esta fotografía, una posible candidata a pasar a la historia? ¿Podría colarse esta instantánea como la de un punto de giro en la historia de los Estados Unidos, como todas aquellas que aparecieron en la revista Life con la muerte de John Kennedy?
Sólo el tiempo dirá si este momento marca un antes y un después en la tradición capitalista del planeta. Sin embargo, a pocos días de las elecciones que todo el mundo confía que gane Obama, aún puede haber campaña. Si los republicanos logran introducir mejor en la sociedad el miedo al Change de los demócratas, un miedo a perder su forma y estilo de vida, McCain puede salir muy beneficiado en los estados aún en pugna. Aún hay campaña y esperemos que siga como hasta ahora calculan los sondeos: con una victoria aplastante del político que puede cambiar el mundo, Barack Obama.
"Escrito modificado del original, publicado en El Imparcial en el día 1 de Noviembre en colaboración con José Luís Sanchís."